MIS PRIMEROS PROGRESIVOS
- Bela Vista
- 17 nov 2023
- 2 Min. de lectura
Desde que cumplí los 40 años me di cuenta de que empecé a desenfocar letras pequeñas de los medicamentos de mi pequeño bebé recién nacido, siendo optometrista sabía que la presbicia ya estaba a la vuelta de la esquina, aún tenia capacidad de enfocar, pero esta disminuiría con el paso de los años. Hace unas semanas atrás experimentaba situaciones con mis lentes de visión sencilla que ya no eran agradables, como: tardar en enfocar a la lejanía después de un rato leyendo, ardor y cansancio de ojos después de mucho rato en la computadora o celular, lagrimeo después de un rato de estar leyendo. Pero el día en que tuve que alejarme para leer un lensómetro con mis gafas actuales y me las tuve que levantar (ese mismo día) para leer las instrucciones de los medicamentos de mi hijo, supe que ya había llegado el día de usar progresivos.
Aún veo de cerca con mis lentes y sin ellos, aunque el astigmatismo que tengo me distorsiona las letras. Así que quitarme los lentes para ver de cerca no es opción. Ya era momento, mis primeros progresivos.
Durante años expliqué su uso, di ejercicios para adaptarse y sabía que tipo de progresivos conviene para determinada graduación, pero hasta que uno no los usa, uno no sabe de esto realmente. No tardé más que un par de horas en adaptarme, las aberraciones de las que tanto se mencionan en distintas marcas de progresivos, ahí están, si marean los primeros días, y te destantean, dan la sensación de que los objetos están “chuecos”, y puede dar vértigo. La ventaja es que empecé con la graduación más baja de presbicia, y el cambio es muy sutil.
Así que en base a mi experiencia usando mis primeros progresivos hice la siguiente lista:
1. Úsalos en cuanto ya tengas una molestia, no esperes a tener más de +1.00 Dp, a tener que alejarte las cosas o tener que agrandar la letra del móvil para estar cómodo. Usarlos desde la primera molestia, te va a ahorrar muchos dolores de cabeza, literalmente.
2. A partir de tu cumpleaños 40, acude a la óptica para evaluar si no hay presencia de presbicia, como es “baja” no se siente, pero ahí está.
3. Elige un armazón de tamaño correcto, ni muy grande ni muy pequeño, puesto que muy grande, las aberraciones serán más evidentes, y muy pequeño, te puede cortar la zona de lectura. Nosotros te podemos ayudar a elegir ese armazón y el progresivo ideal para ti.
4. Siempre hay un tiempo de adaptación, puede ser un par de horas o dos semanas, incluso un mes, así que no hay que no hay que desesperarse y mejor tener la perspectiva que con tus nuevos lentes se acabarán las molestias de la presbicia.
5. Por último, a la eterna pregunta de ¿En qué momento usar lentes? Cuando ya te moleste a nivel personal y profesional la falta de visión. Aplica para todo tipo de lente.
Es toda una experiencia ser nueva présbita y aprender a “ver” de nuevo con los lentes progresivos, pero ya dejé el cansancio visual atrás, consentí a mis ojos y, además, un cambio de look no afecta en nada, al contrario, suma a nuestra comodidad.
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